Autor: Dan Stout | 11 de marzo de 2024
A la hora de lograr un buen techado e impermeabilización, parece que debería haber una solución sencilla: simplemente hay que asegurarse de que el techo repela el agua y todo estará bien, ¿no?
Lamentablemente, asegurarse de que un techo sea impermeable es más complejo. Los techadores deben adaptar los materiales y las técnicas de instalación a los desafíos que plantea la gran diversidad de climas locales, desde el calor y la lluvia de Florida hasta las tormentas de nieve de Minnesota.
Aquí se enumeran algunas de las condiciones climáticas más desafiantes que encuentran los techadores, junto con maneras de responder a esas condiciones.
Los climas de calor intenso suponen una carga para los techos de varias maneras. Los implacables rayos UV pueden causar una falla prematura de los materiales, mientras que las temperaturas elevadas pueden debilitar los adhesivos y agentes de unión. Por no hablar de la carga que las temperaturas elevadas pueden ejercer sobre los presupuestos de energía.
Los climas fríos retienen la humedad del aire, donde se evapora lentamente. Estos entornos requieren resistencia a la humedad, además de aislamiento y la capacidad de prevenir la acumulación de hielo. Los techos planos, en particular, tendrán cargas pesadas en áreas con mucha caída de nieve, lo que puede causar posibles colapsos. Si los propietarios pretenden subirse al techo para quitar la nieve, se necesita un techo construido para resistir el tránsito de personas y las palas de nieve.
En condiciones de clima constantemente húmedo, puede ser difícil aplicar recubrimientos para rodillo (especialmente los productos a base de agua). Tienen dificultades para adherirse adecuadamente a los materiales húmedos y, aunque se adhiriesen, los materiales subyacentes pueden secarse muy lentamente, ocasionando lo que se conoce como “podredumbre seca”.
Incluso después de aplicar un recubrimiento impermeable, el agua estancada puede suponer una amenaza, puesto que los recubrimientos acrílicos pueden debilitarse con una exposición prolongada al agua.
La mayoría de los techos puede resistir las tormentas, pero la lluvia impulsada por los vientos fuertes de los tornados o huracanes puede penetrar áreas que las lluvias normales nunca tocarían.
Hay tantas tácticas distintas de techado e impermeabilización como hay variedades climáticas. Si no está seguro de cuál es la mejor opción para su proyecto, comuníquese con los profesionales de su tienda de suministros de Beacon local.