Autor: Sheryll Poe | 7 de agosto de 2024
Cuando la mayoría de las personas piensa en aislamiento, piensa en climas fríos. Si bien es cierto que la capa adicional mantiene el aire caliente adentro y el aire frío afuera, un techo bien aislado es importante viva donde viva, incluso en climas fríos, cálidos, húmedos o extremos.
Estos son algunos de los diferentes tipos de aislamiento de techos para gestionar las cualidades específicas de cada clima.
Los propietarios de viviendas tienen muchas opciones cuando se trata de decidir sobre el tipo de aislamiento de techo que quieren. Entre las opciones, se incluyen las siguientes:
Los distintos climas requieren diferentes valores R de aislamiento. El valor R se refiere a la capacidad de un aislamiento para resistir el flujo de calor. Cuanto mayor sea el valor R, mayor será el poder aislante. Por eso, si vive en un lugar frío, como el noreste, necesitará un valor R de aislamiento más alto que si vive en el desértico sudoeste. ENERGY STAR tiene un mapa con los valores R de aislamiento sugeridos.
Para climas más fríos, el Instituto de Aislamiento recomienda un valor R superior a 49. La fibra de vidrio suelta, la celulosa soplada y la espuma en aerosol, todos con valores R superiores a 49, son los mejores aislantes para las casas situadas en áreas frías. No solo se adaptan a espacios de difícil acceso o incómodos, sino que estas opciones de aislamiento también formarán una barrera de aire e impedirán que el calor se escape por el techo.
En los climas cálidos, el objetivo principal es mantener el aire frío del aire acondicionado y, al mismo tiempo, aumentar la eficiencia de energía. Se recomienda un aislamiento con un valor R de entre 30 y 49, según el área específica. La fibra de vidrio o la celulosa (en forma de manta o suelta) presentan diversos valores R que funcionan en climas cálidos.
Hay otra cuestión que se debe tener en cuenta si una casa está en un clima cálido con mucha luz solar directa: las barreras radiantes, que usan materiales altamente reflectantes para alejar el calor del ático.
Las tablas de aislamiento rígido, incluidas las fabricadas con espuma de poliisocianurato (PIR) o espuma de poliestireno extruido (XPS), vienen con barreras radiantes de lámina ya incorporadas en una de sus caras.
La fibra de vidrio es la mejor opción para las casas en áreas húmedas. El material no solo es ignífugo, sino también resistente al agua, lo que puede evitar la acumulación de humedad y posibles problemas de moho. Otro buen material para climas húmedos es la lana mineral, ya sea suelta o en mantas (aislamiento en manta). Aunque la lana mineral se moje, se seca rápidamente; y no le crecerá moho.
La celulosa, que se fabrica con papel de periódico y cartón reciclados, absorbe la humedad del aire. Además, se degrada más rápidamente, hasta 15 años después de su instalación.
Las tablas de aislamiento hechas de fibrocemento, una mezcla de cemento, celulosa y arena, son ignífugas y resisten climas extremos, pero son más costosas que otras opciones y pueden resultar pesadas y difíciles de instalar.
Del mismo modo, los paneles aislados estructurales (SIP) son extremadamente duraderos y pueden soportar varias libras de peso, lo que los convierte en una excelente opción para áreas de clima extremo. Sin embargo, no están diseñados para humedecerse, por lo que se recomienda colocar una barrera de vapor si se usan paneles para el aislamiento de techos.
Elegir el aislamiento adecuado para el techo es una cuestión en la que una pequeña inversión puede hacer una gran diferencia al momento de aumentar la comodidad de una casa y reducir las facturas de energía. Tener un techo aislado instalado por un profesional no solo protege la casa, sino que también proporciona un control adicional de la temperatura y es una gran inversión, independientemente de cómo sea el clima.