Inspiración para los techos: por qué los techos a dos aguas son tan populares y qué debe saber sobre la reparación de techos a dos aguas

Tendencias de la industria del techado

Autor: Dan Stout | 30 de octubre de 2024

Como techador, su primer pensamiento al considerar la reparación o la instalación de un techo a dos aguas probablemente se reduzca a lo siguiente: “¿Qué tan eficiente es el drenaje del agua?” o “¿Qué tan complicada será la reparación?”. Y es perfectamente entendible, desde el punto de vista del techador.

Una vivienda con revestimiento blanco y doble techo a dos aguas.
A menudo, se dice que los techos a dos aguas son similares a los de las casas que dibujan los niños, pero eso no siempre significa que las reparaciones sean sencillas.

Pero en el caso de los propietarios de viviendas, al hablar de techos, no siempre se trata de lógica. A veces, se trata de tomar la decisión que sienten que es la correcta. En el mercado de los bienes raíces actual, los propietarios de viviendas y los compradores toman decisiones impulsadas por un sentido del diseño o por una sensación emocional, en lugar de tener en cuenta el atractivo exterior y el dinero. Ya sea que trabaje en una construcción nueva o que realice mantenimiento de un techo existente, resulta útil comprender cómo los propietarios ven su vivienda… y las instalaciones y reparaciones de techos.

Echemos un vistazo a uno de los diseños de techos más populares de Estados Unidos: el venerable techo a dos aguas.

¿Qué es un techo a dos aguas?

A menudo, se dice que los techos a dos aguas son similares a los de las casas que dibujan los niños. Este aspecto clásico tiene dos laterales en pendiente que se unen en una cumbrera en la parte más alta del techo. Los dos planos del techo terminan en un gablete en cada extremo del techo. (Al hablar con los propietarios de viviendas, explique que el “gablete” es el lado de la vivienda donde el revestimiento continúa hasta la parte más alta, en lugar del techo en sí mismo).

Generalmente, desde el punto de vista estructural, las vigas del gablete tienen un corte vertical en la cumbrera y un corte en ángulo en los aleros (con una junta tipo pico de pájaro en la viga de la pared). Los extremos del gablete necesitarán montajes adicionales para soportar las coberturas.

En la práctica, la mayoría de las viviendas no son tan simples como esos dibujos infantiles. Por lo general, las viviendas modernas presentan una combinación de estilos de techos. A menudo, las buhardillas tienen techo a dos aguas, por ejemplo, aunque el resto del techo no sea de ese tipo. Es importante tener en cuenta toda la línea del techo antes de la reparación o la instalación de un techo a dos aguas.

¿Qué estilos lucen bien con los techos a dos aguas?

Los techos a dos aguas se ven muy bien en diversos estilos de casa, entre ellos, los siguientes:

  • Cape Cod. Por lo general, este estilo clásico cuenta con gabletes laterales con curva pronunciada. A menudo, tienen buhardillas (también con techo a dos aguas) que proporcionan espacio adicional habitable en el segundo piso. Las viviendas estilo Cape Cod tradicionales a veces se conocen como “un piso y medio”. Las viviendas estilo Cape Cod modernas son más grandes que las más antiguas y exhiben líneas de techo más complejas.
  • Georgianas. Por lo general, las viviendas georgianas son más grandes que las Cape Cod y pueden tener techo a dos aguas o a cuatro aguas. Las buhardillas suelen tener techo a dos aguas, lo que otorga una variedad visual a la disposición georgiana, que luce simétrica y elegante.
  • Coloniales. En líneas generales, las viviendas coloniales están relacionadas con el diseño georgiano; y sus líneas clásicas se benefician de la variedad y la prolija elegancia de los techos a dos aguas.
  • Casa de campo. Un techo estilo casa de campo puede mejorar radicalmente con la introducción de gabletes. La cumbrera elevada proporciona un ático con espacio de poca altura (y así, añade espacio de almacenamiento valioso), además de un atractivo exterior interesante. Las casas de campo de estilo de mediados de siglo suelen tener un techo a dos aguas de pendiente leve.
  • Estilo casa de hacienda. Estas viviendas se benefician de las líneas simples y un estilo rústico. Un techo a dos aguas en una disposición de casa de hacienda puede dar una sensación de estilo campestre.
  • Casa con forma de A. Las casas con forma de A, que permiten que se escurra la nieve, tienen gabletes delanteros muy largos y con pendiente pronunciada.

¿Qué materiales son más adecuados para los gabletes?

Dado que los techos a dos aguas son populares en todo EE. UU., probablemente usted se encuentre con un cliente que necesite reparar un techo a dos aguas. Es fundamental saber qué materiales usar.

Los techos a dos aguas proporcionan gran resistencia a la lluvia y la nieve, pero son propensos a daños por desprendimiento debido a los vientos fuertes. Las tejas ASTM D7158 Clase H pueden soportar vientos de hasta 150 mph. Si tiene dudas respecto del riesgo de vientos que enfrentará una vivienda, use materiales resistentes al viento y prácticas recomendadas al instalar o mantener un techo a dos aguas existentes.

Afortunadamente, la gran mayoría de los materiales de techado diseñados para un techo inclinado son apropiados para techos a dos aguas. Manténgase alejado de productos de láminas como EPDM, pero los materiales como las tejas asfálticas, el cedro y la losa son excelentes opciones para un techo a dos aguas.

Cómo venderle al propietario de una vivienda un techo a dos aguas

No suele ser difícil venderle a un propietario de vivienda un techo a dos aguas. Hay un motivo por el cual tantas personas dibujan esas imágenes infantiles de casas: para muchas de ellas, los techos a dos aguas están impresos en su inconsciente como la forma de casa idealizada.

Si el propietario de la vivienda desea convertir un techo existente en un techo a dos aguas, explíquele todas las consecuencias que implica hacerlo. Haga hincapié en los efectos de cambiar la pendiente de un techo, como la distribución del peso, la dirección del drenaje del agua y la resistencia al viento. Casi siempre puede hacerse, pero ser claro respecto de las consecuencias limitará en gran medida los malentendidos y las llamadas innecesarias respecto de la garantía.

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