Autor: Dan Stout | 12 de septiembre de 2023
Nadie planifica una avería en el techo. No obstante, todos los años, las fugas y los colapsos de los techos comerciales causan daños, lesiones y demandas legales.
La solución a esto es sencilla: inspecciones de techos comerciales programadas periódicamente.
Para los clientes, como los propietarios o los gerentes, las inspecciones son una función de seguridad que los salva de un posible desastre más adelante. Para los techadores, las inspecciones son una excelente manera de construir relaciones y generar negocios con clientes comerciales potenciales o existentes.
La pauta general es que los techos comerciales deben inspeccionarse dos veces por año. Las inspecciones generalmente se llevan a cabo en primavera y otoño, cuando es más fácil hacer reparaciones y encontrar daños, lejos del calor intenso del verano, o la lluvia o nieve del invierno.
Pero también es una buena idea programar una inspección después de condiciones climáticas extremas como un tornado, una tormenta de granizo o vientos fuertes. Y los edificios comerciales pueden requerir inspecciones más frecuentes si contienen artículos especialmente susceptibles a los daños causados por el agua.
Una inspección de techo comercial examina minuciosamente el interior, el perímetro y la superficie del techo, y proporciona sugerencias para los pasos que el cliente debe seguir.
La inspección del interior debe examinar lo siguiente en busca de señales de fugas:
El inspector también recorrerá el perímetro del edificio examinando elementos como:
En el techo propiamente dicho, la inspección debe incluir diversos elementos y su estado:
Algunos inspectores usan una caladora para tomar “muestras de núcleo”. Esto les ayuda a ver la estructura del techo y proporcionar un cálculo estimado detallado para un reemplazo o para reparaciones mayores. Por lo general no se necesitan muestras de núcleo durante una inspección de mantenimiento, especialmente cuando las lleva a cabo la empresa que instaló el techo, puesto que debería tener un registro de qué tipo de techo se instaló y cuándo.
La nueva tecnología permite inspecciones más efectivas que nunca.
Los drones son una excelente opción cuando hay partes del techo que son difíciles de alcanzar o sería peligroso hacerlo. Esto es frecuente cuando el daño ha hecho que un techo quede inestable o al inspeccionar pendientes muy inclinadas.
Las cámaras de imágenes térmicas revelan la humedad acumulada en las uniones o debajo de una membrana, que no se ve a simple vista. También pueden ver áreas que están perdiendo calor, lo que indica un aislamiento dañado o insuficiente.
Además de evitar averías catastróficas en los techos, como las que pueden producirse si nunca se inspecciona un techo, los inspectores de techos con experiencia también detectan problemas pequeños que podrían tener un impacto financiero enorme.
Para un cliente, dejar que empeore una fuga pequeña podría provocar daños materiales o que sea necesario reemplazar el techo por completo. Para el techador, podría significar una llamada bajo garantía de parte de un cliente iracundo.
Asimismo, algunas aseguradoras exigen inspecciones ocasionales para confirmar que sus clientes están llevando a cabo un mantenimiento adecuado. Y, en ocasiones, se necesitan inspecciones para mantener la garantía del fabricante. En estos casos, tomar atajos en una inspección (u omitir las inspecciones) puede costar mucho más que una inspección de calidad.
Un informe de inspección detallado no solo debe explicar el estado del techo, sino también explicar los pasos que el cliente debe seguir.
En resumen, se recomiendan cuatro tipos de medidas después de una inspección de techo.
El mantenimiento continuo es fundamental para un techo saludable. Los pasos siguientes suelen incluir retirar todo el exceso de desechos o musgo, tomar nota de las zonas de inquietud para controlarlas en el futuro y programar la siguiente inspección.
Las reparaciones menores deben presentarse al cliente junto con un cálculo estimado, o simplemente deben realizarse de inmediato si se encuentran dentro del ámbito de un acuerdo de mantenimiento. Esto puede encontrar áreas que deben repararse o secciones pequeñas de tapajuntas que deben reemplazarse.
Algunos techos pueden rejuvenecerse sin necesidad de reemplazarlos por completo. Según el tipo de techo y el estado general, un sistema de recubrimiento para techo puede ser la solución más económica.
En ocasiones, simplemente no es posible salvar un techo. Se puede proporcionar un cálculo estimado para el reemplazo junto con la inspección, o se puede poner en contacto al cliente con un tasador. De cualquier forma, es importante que este proceso sea lo más fluido posible.
En lo que respecta al análisis de costo/beneficio de una inspección de techo comercial, estos son los puntos clave que se deben tener en cuenta:
Evitar las inspecciones puede dar lugar a reparaciones costosas y daños a la propiedad. Las inspecciones de techos comerciales deben formar parte de la lista de tareas anual del administrador de una propiedad, y los techadores comerciales pueden usar sus relaciones existentes con los clientes para animarles a que lleven a cabo inspecciones.